viernes, 28 de agosto de 2015

El significado de las canciones

El otro día, en una de esas tardes que no sales de tu casa y tu aburrimiento es extremo, empecé a buscar artistas y canciones que escuchaba cuando era más pequeño. La verdad es que ni sé como llegué hasta ciertos artistas pero ahí estaba yo, escuchando canciones que escuchaba hace diez años por lo menos. Y era gracioso porque me acordaba perfectamente de ciertos momentos en los que había escuchado esas canciones y de lo que me habían llegado a trasmitir. La sorpresa vino cuando me puse a analizar las letras de las canciones y a comprenderlas más allá de lo que había hecho en su momento.

martes, 25 de agosto de 2015

Idiota

Idiota, por intentarlo una y otra vez.
Idiota, por luchar por algo que quería y parecía merecer la pena.
Idiota, por seguir pensando que debo intentarlo.
Idiota, por esperar que ocurra ese milagro.
Idiota, por seguir engañándome a mí mismo.
Idiota, por creer que podías ser alguien más.
Idiota, por ilusionarme.
Idiota, por dejarte ver más de lo que quisiera.
Idiota, por soñar contigo.
Idiota, por pensar en ese posible futuro.
Idiota, por creerme tus absurdas palabras.
Idiota, por escucharte y creerte.
Idiota, por sufrir tontamente.
Idiota, por quererte y no quererme.
Idiota. 

He sido un idiota. Pero un idiota que ya no sufre por ti, que solo busca su propio bien y que es feliz. Y tal vez la idiota eras solamente tú.

sábado, 22 de agosto de 2015

Adiós, inspiración

He perdido mi inspiración. He perdido a mi musa de la inspiración, a la que crea y destroza a la vez los mejores poemas. A la que ayuda a crear los mejores versos, las palabras más bonitas y permite mezclarlas con otras. He perdido la capacidad de crear, imaginar, soñar, escribir. De transmitir con las palabras, de traspasar barreras, de hacer sentir. Y es todo culpa de tu decisión de irte, inspiración. Decidió irse sin más, sin despedirse, sin avisar. Decidió que ya había sido demasiado usada, que estaba cansada de ser utilizada. Sentía que no valía la pena seguir si tú tampoco lo estabas, que quería seguir pensando en ella. La inspiración se marchó al igual que te fuiste tú, desgarrándolo todo a su paso. Quería seguir tu camino, poder escribir sobre ti, sobre tu mundo. Y quién no quisiera escribir sobre ti... No quería perderte la pista. No quería perderte de vista. Mi inspiración se basaba en ti, en tu belleza, en tus abrazos y besos. Se sustentaba en nuestras miradas, en nuestras noches a oscuras. La inspiración te recordaba y fluía dentro de mí. Pero quiso acompañarte en tu aventura y dejarme aquí tirado, sin poder ya escribir. Y es jodido no tenerte, inspiración. Me siento vacío, impotente, delante de unas hojas que solo se llenan de pequeñas lágrimas y no de letras. Puede que sea el dolor de no poder escribir o tal vez el dolor de no poder tenerte pero necesito que estés presente. Necesito un mínimo de inspiración que me ayude a escribir. Vuelve pronto y trae contigo nuevas maneras de transmitir. Trae a alguien nuevo de quien hablar, de quien soñar, de quien escribir. De quien emocionarse, de quien ilusionarse. De quien enamorarse. Alguien que todavía te haga brillar más, que me revolucione por dentro, que origine terremotos dentro de mí. Vuelve, con o sin ella, pero vuelve y ayúdame a escribir las palabras más bonitas. Vuelve y volvamos a escribir.